OVACIÓN

Tal vez la ovación continua, a lo largo del pregón de la Semana Santa pueda ser uno de los calificativos más destacados.

El pregón de la Semana Santa de Córdoba estuvo precedido por la actuación de la Banda de la Esperanza, que interpretó las marchas Virgen de la Libertad (Francisco José Cañadas), Lágrimas y Desamparo (Francisco Melguizo), La Expiración (Pablo Martínez) y Saeta Cordobesa (Pedro Gámez); en la primera marcha estuvo acompañada por el coro de la Misericordia que interpretó la letra escrita por presos de la prisión de Córdoba.

Gustó el pregón, al menos a jugar por los aplausos, las risas, los “oles” y las felicitaciones que recibieron los pregoneros al término del pregón de Semana Santa.

Un pregón en el que se alternó la voz de cada pregonero, con su estilo particular de declamar y, a la vez, con una medida puesta en escena que no resultaba disonante ni hacía extraña la presencia de tres voces.

La poesía llenó un pregón cargado de sentimiento y, también, de momentos de humor como los dedicados a las torrijas. Las palabras de cada pregonero llenaron una sala de momentos que evocaban la Semana Santa, la fe cristiana y el mundo cofrade en general.

Déjame Señor que limpie
cada gota de tu sangre,
una mañana cualquiera
antes de que se derrame…
Deja que venga en las vísperas
llenas de brisa y azahares,
de aromas de primavera,
de nostalgias de la tarde…
Pero déjame que venga
antes de que se derrame…
Aunque tenga que escuchar
esa sentencia cobarde
mientras te limpio la cera
triste de color granate,
Déjame que cada año
-antes de que se derrame-
me acerque hasta San Felipe
para limpiarte la sangre…
Porque cada primavera,
en cada año que pase,
en cada nueva Cuaresma
quiero sentir un instante
que limpio tu sangre santa
antes de que se derrame…

Los tres pregoneros, Antonio Capdevila, Ángel Varo y Miguel Ángel de Abajo, fueron presentados por Antonio Varo.

Todos ellos, junto con el cofrade ejemplar, Ricardo Ruiz, fueron agasajados en la cena posterior celebrada en el restaurante la Bodega del Brillante.