Ya habían dado las once cuando Rafael Fernández Criado comenzó su exaltación al patrón de las cofradías de Córdoba.
En Scala Coeli, Santo Domingo, con la iglesia llena de cofrades y amigos, de autoridades y, por supuesto, con el padre Mariano; Fernández trasladó el vía crucis, traído por San Álvaro a nuestras latitudes, a la ciudad de Córdoba, incorporando a las distintas advocaciones de la Semana Santa. También el exaltador llamó la atención de aquellos cofrades que no han entendido aún el sentido del vía crucis, de las hermandades y de la Semana Santa en general. Una exaltación que hizo mención al origen dominico del santo, a la implantación del vía crucis en Córdoba y que mantuvo el tono crítico hacia quienes creen conocer la Semana Santa por pequeños detalles que no tienen importancia.