EL PREGÓN DE ROMÁN

Homenaje al cofrade ejemplar

El sábado a las 19:00 un público expectante acudió al Gran Teatro para escuchar el anuncio de la Semana Santa de Córdoba de 2023, entre ellos el obispo de Córdoba, el alcalde de la ciudad, el deán de la Catedral, la presidenta de la Agrupación de Cofradías, así como la junta de gobierno de la Agrupación, autoridades, hermanos mayores y cofrades.

La tarde comenzó con el concierto de la Banda de la Esperanza, que interpretó  La Esperanza del Valle, compuesta por Alfonso Lozano Ruiz y dedicada a la titular mariana de la hermandad del prgonero, La Cena; Marcha Fúnebre Op. 35 de Cipriano Martínez Rücker, marcha que además cumple 125 años en 2023; Estrella Bendita, del compositor de Puente Genil Antonio Moreno Pozo; Saeta Cordobesa, obra de Pedro Gámez Laserna y que la Banda dedicó al clarinetista de la formación musical Rafael Muñoz Caravaca, fallecido recientemente.

Tras un breve receso, tomó la palabra Blas Muñoz para glosar la figura del pregonero, quien, acto seguido, pronunció un pregón con dosis de humor y de recuerdos.

Tras el pregón, se ofreció la cena de homenaje al pregonero y al cofrade ejemplar de 2023, Juan Rodríguez, en el edificio del Obispado. Tanto Francisco Román como Juan Rodríguez recibieron recuerdos de este día y pronunciaron palabras de agradecimiento ante los presentes.

¡Córdoba… espabila!
¡Abre tu alma y despierta!
¡Que ya llega la Semana Santa!
¡Saca tus mejores galas!
¡Viste las calles de fiesta!
¡Saca el traje de chaqueta,
camisa blanca y corbata de seda!
¡Saca el vestido de blonda,
la mantilla y la peineta!
¡Córdoba ya huele a Semana Santa!
Huele primavera temprana,
a sol que fulgura,
a mañanas etéreas,
a tardes de paseo
y a noches de ensueño.
Huele a hierba fresca aun por brotar…
y al aroma del blanco de azahar.
Huele a jazmín y dama de noche,
a rosas y gladiolos,
a albahaca y yerbabuena,
a lirios y azucenas.
Córdoba huele a cera por fundir…
y a perfume de incienso iraní.
Huele a naftalina aireada,
a prendas recién ventiladas,
a ruan y a esparto extendido,
a túnicas escamondadas
a punto de planchar.
Huele a costales por doblar,
a camisetas y sudaderas por estrenar
y a sudor costalero.

Córdoba sabe a jeringos de los Mártires,

a potaje de Cuaresma,
a bacalao con tomate
y a bocata de calamares…
Sabe a chicuela de machaco mañanero,
a “cristiana” muy fresquita recién “tirá”,
a un medio de Moriles “pa” almorzar
y a una copita de rosoli “pa” inspirar.
Sabe a esponjosos roscos recién hechos,

a crujientes pestiños,
a preñados manoletes,
y a meladas torrijas de San Rafael…
Córdoba ya oye el gruñir de las trabajaderas,
el racheo de alpargatas costaleras,
la cadencia de las bambalinas
y la armonía de unos varales ajustados.
Oye sentidos pregones,
emotivas exaltaciones,
el quejío de las saetas
y las marchas por desgranar…
Córdoba atesora nuevos Rosarios rogados,

plegarias afligidas,
Vía Crucis culminados
y devociones arraigadas.
Siente una Fe indestructible
y disfruta de la Luz del camino…
Córdoba es Misericordia que rebosa
y Caridad infinita.
Es Silencio bullicioso,
Pasión exaltada
y Perdón lacrado.
Se alegra por las Penas liberadas…
y las Lágrimas enjugadas.
Sabe de Redención de culpas…
y de Agonías consoladas.
Es paciente Humildad
y Piedad eterna.
Ofrece Gracia compasiva,
Conversión sincera,
Clemencia munífica
y Amor inmortal.

¡Córdoba ya presiente un nuevo jueves nazareno de Fe y Esperanza!
¡Córdoba ya vislumbra un nuevo Domingo de Resurrección!