Cartel y pregón
El teatro Góngora fue anoche el escenario donde se desarrolló el acto de presentación del cartel de glorias y el pregón.
A las 21:00 la Banda de la Esperanza dio comienzo al concierto que incluyó las marchas El Corpus (Braulio Uralde Bringas), Virgen del Socorro (Enrique Báez Centella), El cielo de Capuchinos (Jesús Espinosa de los Monteros), Gloria de Córdoba (Rubén Jordán Flores) e Himno a la Virgen del Carmen (Luis Bedmar Encinas). Antes de interpretar la marcha carmelitana se procedió a entregar un obsequio de homenaje Jaime Bedmar, hijo del compositor Luis Bedmar, quien falleció en septiembre.
A continuación, Sarai Herrera, vocal de la Agrupación de Cofradías, presentó al pintor Jesús Zurita, quien descubrió su cartel en compañía de la presidenta de la Agrupación y explicó el simbolismo de la obra: “El cartel se compone por una figura femenina que representa una alegoría de la ciudad de Córdoba que sostiene entre sus manos la imagen de la Virgen de Villaviciosa. La representación de los conceptos abstractos y de otros elementos complejos bajo la forma femenina de una mujer es una constante a lo largo de la historia del arte, también de larga tradición en el cristianismo ( la fe, la esperanza, la Caridad o la propia iglesia cobran forma de mujer en las representaciones), aquí se ha pretendiendo pintar una alegoría de la ciudad de Córdoba empleando una mujer que muestra los rasgos típicos cordobeses: ojos grandes y profundos, piel morena y pelo oscuro. Iconográficamente se puede relacionar con las figuras del poema de Córdoba, pintado por Julio Romero, donde la Córdoba Cristiana son dos mujeres que sujetan una imagen de San Rafael o con el mausoleo de Joselito el Gallo, en el que una gitana lleva entre sus manos una reproducción de la Macarena. La alegoría de la ciudad viste un manto compuesto con los elementos ornamentales de las portadas de la Mezquita-Catedral, con dos intenciones, plasmar la estética más identitaria de la ciudad y aludir a la protección que ejerce el templo catedralicio sobre las hermandades. Además la catedral está presidida por la primitiva imagen de la Virgen de Villaviciosa. Se ha buscado conseguir una imagen clásica y atemporal de la ciudad, que si bien se reviste de su historia, también muestra a una mujer de aspecto contemporáneo. El soporte sobre el que está pintado el cartel no es un detalle menor, pues se trata de testamentos originales del siglo XIX, queriendo hacer una referencia con esto a las devociones heredadas. La relación entre lo que se hereda y la voluntad de transmitirlo a las generaciones futuras probablemente sea el concepto general del cartel, por ello la figura no está detenida, sino que tiene actitud andante”.
El acto concluyó con las palabras de Martín Pedregosa, quien presentó al pregonero de glorias, Antonio Navarro. Navarro pronunció un pregón de corte historicista, en el que combinó la prosa con pasajes más líricos dedicados a las corporaciones letíficas de Córdoba.
