CARTA DEL PRESIDENTE

 

Estimados Hermanos en Xto.:

    Con la elección en la noche de ayer de Olga Caballero Marín como presidenta, y a falta de su ratificación por el Sr. Obispo de Córdoba, se cierra mi etapa como presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías.

    El ciclo que ahora termina ha venido marcado por un intenso trabajo gracias al cual se han conseguido celebrar importantes eventos cofrades en nuestra ciudad como el Vía Crucis Magno, el Rocío de la Fe, la “Regina Mater” o la reciente Magna Nazarena. Hemos podido vivir un encuentro de jóvenes cofrades a nivel nacional y una exposición magna a nivel diocesano, se ha dignificado la procesión de la Virgen de la Fuensanta y se ha conseguido que el Cabildo realizara un paso a nuestra Patrona, se ha reformado nuestra sede y se ha celebrado un setenta y cinco aniversario de esta institución, entre otras muchas cosas y, además el ansiado traslado de la Carrera Oficial de nuestra Semana Santa a nuestra Santa Iglesia Catedral.

    Todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo y el trabajo de muchas personas, por eso, llegado el momento de este fin de ciclo, creo que es el momento de mostrar mi agradecimiento personal a todos los que han hecho posible estos logros.

    En primer lugar, como no puede ser de otra forma, tengo que expresar mi más sincero agradecimiento a todas las hermandades cordobesas por haberme permitido ser su representante y trabajar por y para ellas durante los últimos ocho años. Mi agradecimiento a nuestro Obispo, D. Demetrio, por el cariño y cercanía que siempre me ha demostrado, tanto en lo cofrade como en lo personal, así como al Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías. D. Pedro Soldado y al Cabildo Catedral.

    Todo lo conseguido ha sido posible gracias al esfuerzo y al trabajo del grupo de personas que me ha acompañado en estos ocho años. Ellos son los verdaderos artífices de los éxitos de esta Agrupación, por ello, mi más sincero reconocimiento y gratitud hacia ellos.

    Mi agradecimiento también para todas aquellas fuerzas políticas que a lo largo de este período nos han mostrado su complicidad. Quisiera citar expresamente a aquellos que trabajaron codo con codo conmigo en estos ocho años: a Dña. Carmen Sousa con quien las hermandades, por primera vez, tuvieron un interlocutor en el ayuntamiento, a D. Emilio Aumente en quien encontré un aliado en la lucha por conseguir el traslado de la Carrera Oficial a la Catedral  y, más recientemente, a Dña. Marián Aguilar, con quien he trabajado en los últimos años.

    Mi gratitud también para las Fuerzas de Seguridad, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y Policía Local así como a Protección Civil y Cruz Roja, porque sin su colaboración no hubiese sido posible celebrar todos los grandes eventos celebrados en estos ocho años ni dotar a nuestra Carrera Oficial de la seguridad que la hace, a día de hoy, una de las más seguras de Andalucía. Especialmente, quisiera agradecer todo su empeño y trabajo, más allá de los estrictamente profesional, al jefe de la Policía Local D. Antonio Serrano, quien ha demostrado ser una auténtico “Cofrade Ejemplar” trabajando incansablemente por nuestra Semana Santa sacrificando incluso sus momentos de descanso para que la Carrera Oficial fuese completamente segura cada día y en cada momento de nuestra Semana Santa.

    Gracias también a todos los medios de comunicación por el cariño con el que siempre me habéis tratado y habéis acogido toda la información que ha generado esta Agrupación de Hermandades y Cofradías, especialmente, a todos los gráficos que habéis tenido que “aguantar”  acto tras acto, incluso a horas intempestivas, y sesiones interminables. Sin ningún lugar a dudas, hacéis una labor impagable de promoción de nuestras hermandades y nuestra Semana Santa dentro y fuera de nuestra ciudad.

    Y por supuesto, gracias a la ciudad de Córdoba, porque ella es quien apoya y sustenta el movimiento cofrade. Siempre hemos trabajado para que la ciudad de Córdoba tenga la Semana Santa que se merece.

    Finalmente, mi agradecimiento a mi familia, especialmente a mis hijos, por su apoyo y comprensión y por las horas que les he podido robar en estos ocho años para poder ejercer mis funciones como presidente.

    También en estos momentos, es obligado pedir disculpas por los posibles errores cometidos por esta Agrupación en los últimos años y de los que soy el único responsable por no haber tenido el celo suficiente para haberlos evitado.

    Termino deseando todo el éxito que se merece a la nueva presidenta. Sin ningún lugar a dudas, su éxito será el de todas las hermandades y el de nuestra Semana Santa. 

 

En Córdoba, a 19 de septiembre de 2020

 

Fdo. Francisco Gómez Sanmiguel

Presidente en Funciones